Por fin pasa por mis manos un libro que por lo menos es
entretenido. A estas alturas y después de todos los libros que he dejado a
medias, no pido más.
Es una novela que para mi gusto está sobrevalorada, porque
tampoco es un libro tan buenísimo como lo pintan.
Está escrito como en forma de diario de las tres
protagonistas, Anna, Rachel y Megan, aunque la protagonista principal es
Rachel, una chica treintañera, con problemas con el alcohol y que aún no ha
superado su divorcio, que no es capaz de vivir su propia vida, y su entretenimiento es observar desde el tren unos minutos al día a los vecinos de la casa que compartía con su ex.
El libro empieza en plan Diario de Bridget Jones, pero
luego poco a poco van sucediendo cosas y ya no puedes dejar de leer hasta
llegar a un final que no defrauda.
Se lee rápido, no se hace aburrida en ningún momento, una
lectura recomendada si lo que quieres es pasar un rato entretenido.
Mi nota es un 6,5.
Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el
mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son
solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando
tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos
nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya.
Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y
Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?
Tú no la conoces. Ella a ti, sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario